Estamos viviendo unos momentos muy convulsos y de mucha incertidumbre con esto del covid. La sensación es paralizante por un lado y por otro necesitar sacar el valor de despertar y aprender de este momento para dar un paso adelante con tus proyectos, dentro del miedo y la inseguridad presentes. Decidirte a aportar tu granito de arena al mundo y actualizarte para encontrar tu lugar. De todo este proceso, tengo claro sobre todo una cosa, la llamada de la Naturaleza es un hecho.
Así como cuando un amigo esta en apuros e intentas ayudarle, creo que la Naturaleza nos está llamando no sólo como una señal de alerta y de ayuda hacia su propio ecosistema, sino también nosotros al hacerlo y atenderla con cariño y humanidad, sanaremos también por reflejo. La Naturaleza es ahora mas que nunca necesaria, reconectarnos con ella y caminar hacia un lugar mas bello, mas humano, y mas firme , donde tengo la sensación de que este «gran amigo» nos devolverá con creces lo que le hayamos aportado, seremos más felices y equilibrados a todos los niveles. Este paso requiere confianza y valor, pues dejar la estructura habitual y la «seguridad» que te aportaba los modelos antiguos no es tarea fácil, sobre todo cuando llevas mucho tiempo instalado en ella.
Ahora es una oportunidad para mover ficha y actualizarte, con el sentimiento profundo de que en un entorno natural encontraremos la fuerza y el centramiento necesarios para encarar estos momentos difíciles. Este momento, nos ofrece la posibilidad de trabajar a distancia y esto es todo un reto, sobre todo para los que facilitamos procesos corporales.
La experiencia durante la pandemia fue muy positiva y la respuesta en esos momentos de tanta necesidad de contacto te hace confiar en esta singular forma de contacto también por supuesto mezclando lo presencial. Durante el 2019 y hasta la pandemia, tuvimos una experiencia directa en un espacio de poder » La Tibetana» en el Berrueco, durante todos los últimos domingos de cada mes donde pudimos comprobar la conexión directa con la Naturaleza realizando un trabajo corporal y sonoro muy especial y potenciado por este entorno tan poderoso. En este momento, necesitamos flexibilidad, pies en la a tierra, confianza, centramiento y apoyados en un entorno de naturaleza podremos abrazarla y en ese fundirnos con ella, en ese momento encontraremos la fuerza, el valor y el corazón para llevar a cabo lo que nos propongamos.
En cuanto sea posible seguiremos adelante realizando estos encuentros en la naturaleza buscando lugares de poder para ello.
Mucho animo para tod@s Namaste om tare